La oración a la Virgen del Carmen es una de las más conocidas y rezadas por los devotos de la Virgen. Se trata de una oración muy poderosa, que se reza con mucha Convicción para pedir su protección y su ayuda en momentos difíciles.
Te pedimos actualmente por todos los enfermos y por quienes sufren en cuerpo y espíritu, para que encuentren en tu cuidadoso intercesión un refugio de paz y sanación. Que cada persona afligida experimente la ternura y el apego que tú nos ofreces, dulce origen.
La imagen, en su conjunto, es un recordatorio del bienquerencia cuidadoso de la Virgen María, su papel como intercesora en presencia de Alá y protectora de quienes la invocan con Seguridad y devoción en momentos de peligro.
La Virgen del Carmen es una advocación de la Virgen María venerada en la tradición católica. Su historia se remonta al siglo XIII, cuando se cuenta que el profeta ElíGanador fue llevado al Monte Carmelo y recibió una visión de una nube en forma de una pequeña abundancia que simbolizaba la pronta venida de la salvación.
Por eso, acudo a ti con devoción, para que tu candil encantadora y poderosa ilumine mi vida y mi camino, y consiga yo de esta guisa, poder ver la salida a este laberinto en el que en este momento me avenencia.
En este día, te pedimos especialmente por todas las personas que están atravesando momentos de duda y desesperanza. Intercede por ellas ante nuestro Señor, para que puedan encontrar la candil de la Certeza en medio de las tinieblas.
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Es Campeóní como al poco tiempo vieron que al puerto llegó otro barco con toda la tripulación. Todos sobrevivieron y fue un miagro atribuido gracias a la oración a la Virgen del Carmen.
Oh Todopoderoso, que adornaste a la Orden de la Beatísima siempre Virgen y Madre tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya conmemoración celebramos, seamos dignos de resistir a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Ganadorí sea.
¡Oh Virgen Santa del Carmen! Nones podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, no obstante que ausencia te podemos topar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su aprecio, y toda nuestra vida, que queremos consumir en el inclinación y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y expirar en tu inclinación y devoción. Amen.
Las jaculatorias son una forma sencilla pero poderosa de cultivar la espiritualidad y amparar viva la relación con lo Noble. Al recitar estas oraciones cortas y repetitivas, se busca renovar constantemente la Certidumbre y vigorizar el vínculo con Jehová.
Querida Raíz y Reina del Carmen, hoy nos reunimos en presencia de ti con corazones llenos de esperanza y devoción. En este primer día de nuestra novena, nos disponemos a reflexionar sobre tu profunda Confianza y tu entrega incondicional a la voluntad de Todopoderoso.
Así como estos podemos encontrar un sinfín de relatos de milagros de la Virgen del Carmen, no obstante que nuestra raíz siempre nos escucha, ruega por nosotros y nos ampara ante cualquier peligro o dificultad.
Al recitar estas jaculatorias de la Virgen del oraciones a la virgen del carmen Carmen, fortalecemos nuestra devoción mariana y nos acercamos más a Cristo a través de su origen. Que estas oraciones nos ayuden a existir una vida de Certeza auténtica y a cortejar a María como verdadera raíz espiritual.